En la Inglaterra oscura, endeudada y depresiva de la posguerra, el aborto no estaba legalizado. Ya desde 1861 se condenaban los abortos practicados antes de los primeros movimientos fetales. Tuvo que esperarse hasta 1967 para que sea legalizado. Esta Ley fue aprobada el 27 de octubre de 1967, y pudo recién ser aplicada la Abortion Act a partir del 27 de abril de 1968. En aquella época hubo no sólo una sino varias Vera Drake, tal vez no tan bondadosa como ella. En la Inglaterra de los años 50 una mujer de clase media alta con 100 libras bastaba para practicársele el aborto, en cambio una mujer pobre con apenas 2 libras caía en manos de la Vera Drake quien no cobraba por sus clandestinos servicios; sus instrumentos eran un simple jabón, un desinfectante, una toalla, un rallador, un cepillo de uñas, un enema de goma [instrumento prohibido en 1861].
Pasaron muchos años para que Londres fuera considerado el lugar oficial donde acudirían las mujeres del resto de Europa a practicarse abortos legales y seguros. La interrupción del embarazo no sólo era ilegal sino penalizado como un crimen injustificado. Después de consumado el aborto eran evidentes las repercusiones psicológicas, el miedo a que sea dañado irreparablemente el útero, el riesgo mayor de morir por una terrible infección. Desde 1967 en que fue aprobada la Ley, todos los países le otorgaban una total y absoluta protección a la vida humana desde la concepción, salvo cuando la vida de la futura madre estuviera en peligro. El aborto legalizado estaba ya permitido no desde las 28 semanas de gestación sino desde las 24 semanas por una enmienda de 1990, precisamente la Ley del aborto de 1967 fue enmendada en 1990 por la Ley HFE Act 1990 (Ley sobre Fertilización humana y embriología de 1990). Teniéndose en cuenta que desde la octava semana el embrión pasa a denominarse feto, y a las 11 semanas el bebé ya está completamente formado y tiene el tamaño de un higo, midiendo aproximadamente 4 centímetros y pesando 7 gramos, su piel es casi transparente, que se le pueden ver sus venas.
Precisamente Mike Leigh, director de cine, de nacionalidad inglesa, sus raíces vienen desde una familia judía inmigrante, su verdadero nombre es Mike Lieberman, realizó una película sobre este polémico tema titulado «El secreto de Vera Drake», fue estrenada el 22 de octubre del 2004, la historia de una mujer casada, de clase media pobre, a inicios de los años 50, que trabaja como limpiadora en casas de gente rica, y que después de las cinco de la tarde se dedica en cuerpo y alma a practicar el aborto. «Su secreto la condena», esto tiene validez desde el desenlace de un aborto a una chica que tiene que ser hospitalizada en estado grave por complicaciones abortivas, entra en el escenario de los hechos la Policía quien la va a buscar a su casa para interrogarla por este acto criminal:
-¿Queremos hablar con la señora Drake?
En el momento que se celebraba el compromiso matrimonial de su hija Ethel y de Reg su futuro yerno, el mundo de Vera Drake empieza a desmoronarse.
«La historia de una mujer que lo sacrificó todo por aquello en lo que creía, que sintió compasión por estas chicas jóvenes que no tenían a quien recurrir cuando se enfrentaban con un embarazo no deseado».