Todas las palabras y todas las imágenes de estos cinco cuentos que componen El matrimonio de los peces rojos de Guadalupe Nettel, están articuladas por un interesante mecanismo narrativo donde el lector se siente identificado, abordado por la asociación de analogías entre los animales y los seres humanos ya sea por la ferocidad, el aislamiento, la curiosidad, el desasosiego, los celos, las rupturas, las convivencias. A través de catorce años (tuvo en mente la autora el germen, los escenarios, los argumentos del libro) es el tiempo que van apareciendo, comunicándose, los personajes o protagonistas de estos cinco cuentos. El primer cuento que abre el libro transita desde el inicio con la muerte del pez rojo llamado Oblomov, y termina con la separación del personaje llamado Vincent y su esposa. Es un cuento espejo como dice la autora entre los peces Betta y un matrimonio. Y tiene tres frases que invitan a leer el cuento completo «flotando como un pétalo de amapola en la superficie de un estanque», «y me asomé a la pecera como quien consulta un oráculo», «nuestra relación siguió su curso paulatino hacia la putrefacción». Ella (no tiene nombre en el cuento) lleva la voz narrativa, la que nos va contando el comienzo de su relación conyugal y su posterior derrumbe. Su hija Lila de apenas meses de edad, es quien observa todo al igual que Oblomov desde su pecera. El segundo cuento «Guerra en los basureros» tiene una atmósfera intimidante, es el profesor de biología quien nos va contando su niñez, el divorcio de sus padres y luego cuando es criado por la hermana mayor de su madre, la tía Claudine, quien le acondicionó un lugar en la azotea, entre la cocina y el cuarto de servicio. A mitad del cuento aparecen las cucarachas, y luego la posterior invasión de estos insectos en la casa. Tuvieron que aprender a convivir con ellas con una mezcla contradictoria de furia y ternura. Aquí encuentro frases concomitantes como: «—Si no la levantas y te deshaces de ella —me dijo, vendrán a buscarla sus parientes», «como hacían todos los hijos de padres divorciados a los que yo venía observando desde hacía tiempo en la escuela, con la misma curiosidad con que uno mira a las víctimas de una guerra civil». En el tercer cuento «Felina» nos habla sobre el tema de la maternidad, un paralelismo entre el embarazo de su gata Greta, y su propio embarazo que sucede cuando estaba terminando una licenciatura en historia, encuentro sexual con un compañero de la facultad llamado Ander. El alumbramiento de los seis gatitos de Greta y la pérdida del feto de la aplicada estudiante muestran el tema insoslayable de la vida y la muerte, del nacimiento y el vacío. En el cuarto cuento titulado «Hongos» que es narrado en primera persona al igual que los otros cuentos, y narrado por una voz femenina como en el primer y tercer cuento, nos cuenta del hongo que tuvo su madre en una uña del pie, y luego hace todo un recorrido visual y narrativo de su matrimonio y separación con Mauricio quien era director de la Escuela Nacional de Música, y ella una importante violinista. Hasta que se interrumpe por un acto de infidelidad con Philippe Laval un reconocido violinista y director musical quien estaba casado por más de dieciocho años con Catherine con quien tenía tres hijas mujeres, mientras ella no puede tener hijos con Mauricio. Un día los hongos aparecieron en su entrepierna y lejos de erradicarlos visitando a un ginecólogo dejó que vivieran allí. Una frase que está en este cuento: «Los parásitos —ahora lo sé— somos seres insatisfechos por naturaleza. Nunca son suficientes ni el alimento ni la atención que recibimos». En el último cuento que cierra el libro titulado «La serpiente de Beijín» es narrado por una voz masculina como en el segundo cuento del libro, donde leemos la historia de Michel Hersant (tiene el mismo nombre del padre) con su madre actriz y el padre un destacado dramaturgo quien destruye su matrimonio cometiendo adulterio (cuando hizo un viaje de cinco semanas a Beijín) con una menor de edad llamada Zhou Xun a quien luego nunca más volverá a ver, ni él tampoco regresará. Esta es la razón por la que compró una serpiente para ponerla en un terrario y observarla todos los días como esta hembra extrañaba a su macho.
Leer y respirar estos cinco cuentos es toda una aventura emocional y muchas veces uno se siente asociado a los temas incluidos en este libro. Escrito con un lenguaje sobrio, intrigante, solo las palabras necesarias que acompañen al lector para que la obra con el paso del tiempo siga creciendo mucho más.